¿Alguna vez has sentido el poder sanador de ser escuchado de verdad? En nuestra vida cotidiana, a menudo nos encontramos en situaciones donde necesitamos hablar, expresar nuestras emociones y experiencias, pero no encontramos el espacio o la persona adecuada para hacerlo. Aquí es donde entra en juego el “Witnessing” o “El Arte de Presenciar”.
¿Qué es el Arte de Presenciar?
El Arte de Presenciar es un acto de acompañamiento empático y compasivo, donde una persona se dispone a escuchar con plenitud a otra, no solo sus palabras, sino también las emociones, creencias y sensaciones físicas asociadas a su experiencia. Es ser un testigo, un observador activo y consciente de la vivencia del otro.
Imagina por un momento que tienes la oportunidad de hablar de cosas que no te atreverías a compartir con nadie, pero que sientes la necesidad de expresar. Al tener a alguien dispuesto a escucharte sin juicio ni opinión, a presenciar tu experiencia. Se genera un profundo alivio, una sensación de liberación que quizá no habías experimentado antes.
Este acto puede asemejarse a una confesión laica, donde no es necesario adherirse a una forma religiosa, pero que tiene un efecto sanador similar. Al ser escuchado y poder completar tu testimonio, puedes sentir que no eres el único que sostiene la información sobre tu vivencia. Tal vez sea la primera vez que comienzas a sentir que no necesitas llevar en soledad tu experiencia.
El Proceso de Sanación
Es importante entender que el proceso de sanación no siempre es rápido. A veces, no será posible escuchar toda la experiencia completa de una sola vez, pero eso está bien. La sanación puede requerir de varios momentos, avanzando un poquito cada vez, hasta llegar al final.
Un Acto Sagrado
El Arte de Presenciar, o escuchar de esta manera, es más que un simple acto de comunicación. Es un acto sagrado de profunda sanación humana. Al presenciar, no solo estamos dando espacio a la otra persona para expresarse, sino que también estamos reconociendo y validando su experiencia.
Conclusión
El Arte de Presenciar es un regalo que podemos ofrecer a los demás y a nosotros mismos. Al practicarlo, no solo ayudamos a otros a liberarse de sus cargas emocionales, sino que también fomentamos la empatía, la comprensión y la conexión humana. Te animamos a explorar y practicar este arte, y a experimentar el poder sanador de ser escuchado.