Oración de una mujer medicinal

No te rescataré, porque no eres impotente.
No te arreglaré, porque no estás roto.
No te sanaré porque te veo en tu totalidad.
Caminaré contigo a través de la oscuridad mientras recuerdas tu luz.


de Sheree Bliss Tilsley

Ayudar al otro mediante la “Escucha Reflexiva”

La escucha reflexiva es una forma de escuchar que va más allá de simplemente comprender las palabras que se dicen. Se trata de escuchar con atención y empatía, y de demostrar que se comprende el mensaje del interlocutor.

La escucha reflexiva es una habilidad valiosa que puede ayudar al otro de diversas maneras. En este artículo, vamos a explorar cómo la escucha reflexiva puede ayudar al otro y cómo se puede practicar.

¿Por qué ayuda al otro la escucha reflexiva?

La escucha reflexiva ayuda al otro de diversas maneras:

  • Hace que la persona se sienta escuchada y comprendida. Cuando alguien se siente escuchado y comprendido, es más probable que se sienta apoyado y valorado.
  • Ayuda a la persona a explorar sus pensamientos y sentimientos. La escucha reflexiva puede ayudar a la persona a clarificar sus pensamientos y sentimientos, lo que puede conducir al crecimiento personal.
  • Puede ayudar a la persona a resolver conflictos. La escucha reflexiva puede ayudar a la persona a ver el punto de vista de la otra persona, lo que puede facilitar la resolución de conflictos.

¿Cómo hacer escucha reflexiva?

La escucha reflexiva se puede aprender y mejorar con la práctica. A continuación se presentan algunos consejos para practicar la escucha reflexiva:

  • Presta atención a lo que dice la otra persona. Evita interrumpir o desviar la atención.
  • Refleja lo que has escuchado. Parafrasea lo que ha dicho la otra persona para asegurarte de que lo has entendido correctamente.
  • Haz preguntas abiertas. Las preguntas abiertas invitan a la otra persona a compartir más información.
  • Expresa empatía. Hazle saber a la otra persona que comprendes sus sentimientos.

Ejemplos de escucha reflexiva

A continuación se presentan algunos ejemplos de cómo se puede utilizar la escucha reflexiva:

  • Amigo: “Estoy pasando por un momento muy difícil. Mi pareja me ha dejado.”
  • Escuchador reflexivo: “Pareces estar pasando por un momento muy duro. ¿Quieres hablar de lo que ha pasado?”
  • Hijo: “No me gusta mi nuevo profesor. Es muy estricto.”
  • Padre reflexivo: “Entiendo que no te guste tu nuevo profesor. ¿Qué es lo que no te gusta de él?”
  • Compañero de trabajo: “Tengo un problema con un cliente. No está contento con nuestro servicio.”
  • Compañero de trabajo reflexivo: “Parece que estás teniendo problemas con un cliente. ¿Puedes contarme más sobre lo que ha pasado?”

Conclusión

La escucha reflexiva es una habilidad valiosa que puede ayudar al otro de diversas maneras. Practicando la escucha reflexiva, podemos crear relaciones más sólidas, ayudar a los demás a crecer y resolver conflictos.

El Poder Sanador de Ser Escuchado: Descubriendo el Arte de Presenciar

¿Alguna vez has sentido el poder sanador de ser escuchado de verdad? En nuestra vida cotidiana, a menudo nos encontramos en situaciones donde necesitamos hablar, expresar nuestras emociones y experiencias, pero no encontramos el espacio o la persona adecuada para hacerlo. Aquí es donde entra en juego el “Witnessing” o “El Arte de Presenciar”.

¿Qué es el Arte de Presenciar?

El Arte de Presenciar es un acto de acompañamiento empático y compasivo, donde una persona se dispone a escuchar con plenitud a otra, no solo sus palabras, sino también las emociones, creencias y sensaciones físicas asociadas a su experiencia. Es ser un testigo, un observador activo y consciente de la vivencia del otro.

Imagina por un momento que tienes la oportunidad de hablar de cosas que no te atreverías a compartir con nadie, pero que sientes la necesidad de expresar. Al tener a alguien dispuesto a escucharte sin juicio ni opinión, a presenciar tu experiencia. Se genera un profundo alivio, una sensación de liberación que quizá no habías experimentado antes.

Este acto puede asemejarse a una confesión laica, donde no es necesario adherirse a una forma religiosa, pero que tiene un efecto sanador similar. Al ser escuchado y poder completar tu testimonio, puedes sentir que no eres el único que sostiene la información sobre tu vivencia. Tal vez sea la primera vez que comienzas a sentir que no necesitas llevar en soledad tu experiencia.

El Proceso de Sanación

Es importante entender que el proceso de sanación no siempre es rápido. A veces, no será posible escuchar toda la experiencia completa de una sola vez, pero eso está bien. La sanación puede requerir de varios momentos, avanzando un poquito cada vez, hasta llegar al final.

Un Acto Sagrado

El Arte de Presenciar, o escuchar de esta manera, es más que un simple acto de comunicación. Es un acto sagrado de profunda sanación humana. Al presenciar, no solo estamos dando espacio a la otra persona para expresarse, sino que también estamos reconociendo y validando su experiencia.

Conclusión

El Arte de Presenciar es un regalo que podemos ofrecer a los demás y a nosotros mismos. Al practicarlo, no solo ayudamos a otros a liberarse de sus cargas emocionales, sino que también fomentamos la empatía, la comprensión y la conexión humana. Te animamos a explorar y practicar este arte, y a experimentar el poder sanador de ser escuchado.